Me impresionará hoy y siempre como es que hay recuerdos que nos transportan a ellos. Nos llevan, nos jalan. También me impresiona como, con cada recuerdo, le encuentro detalles a mi vida y entiendo por qués.
También sonrío porque aprendo. De todo aprendo, ya lo había dicho, escrito.
También llega a mí una especie de nostalgia por saber que todo aquello ya no está.
Me dan ganas de dar abrazos y agradecer a mucha gente a la que no me dio tiempo de decirle gracias. Que debía decir gracias, debí agradecer. Y creo que ahora estoy a destiempo.
Aunque no siempre es destiempo, a veces es sincronía. El jueves pasado me encontré con una chica, a quién tenía más de un año de no ver. Sabía de ella, ella sabía de mí. El día de mi cumpleaños me envío un mensaje con una felicitación y un "cuenta conmigo, siempre". Se siente bonito, contar con alguien.
Se que fue harto sincrónico que nos encontrásemos cuando el sol empezaba a salir, tras un día muy lluvioso. O igual y solo fue el significado que yo quise darle al encuentro, pero es lo que me hizo sonreir.
Me dio mucho gusto verle.
Espero que algún día la vida me vuelva a dar sincronía y me ponga en el camino a la gente bonita a la que le debo mucho.
Dice un amigo que nunca hay destiempos, que nosotros decidimos si es tarde o temprano. Le dije yo que también podemos elegir estar a tiempo.
Igual y debería tomar en cuenta mis propios comentarios y dejar de esperar la casualidad para ser más causal.
Y, por fin, poder decir gracias.
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