"Y todos esos días y todas esas noches, me mantuve a tu lado, en tu órbita.
Como la Tierra gira alrededor del Sol para poder tener vida en sí misma, así
giraba yo alrededor de ti.
Me atraías hacía ti, por la gravedad o por lo que fuera, me atraías y me quemabas,
pero si no era gracias a tu capacidad para hacerlo, ¿cómo iba a florecer la
vida en mí? ¿Cómo iba a mantener en equilibrio todo aquello que me conformaba y
me hacía única entre los planetas, única entre las mujeres?
Te esperaba, te seguía, te sentía, o al menos lo intentaba. Al menos, porque
no me dejabas, porque me acercaba y me quemaba. Así como el Sol está rodeado de
llamas que no permiten a la Tierra estar cerca de él, así estabas tú lleno de
barreras que no me dejaban acercarme a ti. Yo intentaba llegar al núcleo para
saber de qué estaba hecho, así como la gente intenta conocer al núcleo del
Sol. "
Publicado en "Cávea ¿Qué hacer todo el mes?"
Revista/Guía gratuita Xalapeña.
Febrero 2013.
Paulina Ortega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario