miércoles, 15 de febrero de 2012

Ausencia.

Dejé de escribir, me ausenté, me fui. Todavía no puedo decirme a mí misma por qué, pero realmente no tenía muchas ganas de hacerlo...
Ya acabó mi intersemestral y aprobé ambas materias con excelentes resultados, tal como me lo propuse, moraleja: Puedo hacer las cosas cuando me lo propongo desde el inicio y fijo metas claras dentro de un periodo de tiempo igualmente fijado por mí. Debo hacerlo más seguido, siempre.

Tras unos días de descanso, empecé el semestre la semana pasada. Seis materias, 40 créditos, 4 días a la semana, 3 descansos, 1 servicio social (dentro de una clase) y seis maestros que saben lo que enseñan. Mi horario quedó un poco pesado pero solo voy cuatro días y me gusta. Voy a tener una intervención con niños con problemas de conducta y otra en una Telesecundaria de diversas temáticas, me emociono. También estoy a punto de hacer Estudios de Orientación Vocacional a tres chicas de preparatoria y aunque pensé que sería aburrido, me está gustando muchísimo.
La verdad el hacer en la escuela me mueve demasiado y tengo ganas de estudiar más, más, más. Estoy en un estado de confusión porque no se qué elegir, hasta me estoy aplicando los exámenes de O.V. a mí misma para saber qué elegir, ando en la locura.

A decir verdad es lo más emocionante que han pasado estos días, ando metida en la rutina, no la escolar, no la de labores del hogar, sino la mía: la aburrida. Necesito emociones fuertes, tiene mucho que no las tengo. Me he dado cuenta de que me gusta sentirme demasiado en alto o demasiado en bajo, estar en esta etapa de planicie emocional no me gusta, me siento medio inservible, se me atrofia el Sistema Límbico, se aburre, necesita descargas muy seguidas. Necesito emociones fuertes. Quiero emociones fuertes.
Es más, hasta creo que la idea loca de estudiar otra cosa llega por la falta de emociones fuertes que estoy viviendo. Qué chafa, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario